Colmenar de Oreja es el pueblo madrileño en el que nació el muy reconocido pintor, aunque quizá poco conocido en España, Ulpiano Checa. En esta localidad se encuentra el Museo Ulpiano Checa dedicado a este autor premiado en Estados Unidos, Francia, Italia…
“Desafortunado encuentro”, escena de gran plasticidad que nos muestra el triunfo del ferrocarril sobre la tracción animal; los caballos que tiran de un carro se asustan ante su sucesor, el caballo de hierro, como lo llamaban los indios. Y por qué será que este cuadro me lleva a la inolvidable introducción de “C´era una volta il West”, me lleva al carro de caballos abandonando la estación del ferrocarril llevando a la hipnótica Claudia Cardinale a su desafortunado encuentro con el cadáver de quien iba a ser su marido.
América es otra de las salas del museo, en la que podemos deleitarnos con una pequeña escultura de un piel roja sobre su caballo al galope, realizada por el pintor. Es admirable la capacidad para dibujar caballos de Ulpiano, amante del mundo moro, (sala 4), y a cuyo origen remoto achaca dicha habilidad, pues aquellos ocuparon su pueblo en la Edad Media. “Carrera de carros romanos” aparece reproducida en la partitura musical de “Ben Hur” o en el libro de Wallace en el que se inspiró. Hay un espacio simulando una sala de cine dedicado a la conexión entre la obra de Hollywood y la de Checa. Podemos aseverar que la visión del mundo romano que muchos tenemos y que hemos disfrutado en las películas se debe a la obra minuciosa y detallista de Ulpìano Checa.
Pintor de asuntos históricos se inspiró también en la literatura; así en la sala titulada Francia, país donde fijó su residencia, aparece el óleo titulado “El barranco de Waterloo”. En este cuadro narra la caída de los soldados de Napoleón en una zanja, durante dicha batalla, relatada por Víctor Hugo en un pasaje de “Los miserables”. O “Miguel Strogoff”, de Julio Verne, que da lugar a una preciosa escultura del correo del zar, a caballo, por supuesto…
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