Yvan Wouandji es un jugador de fútbol para ciegos francés con una larga trayectoria nacional e internacional. Entre sus logros está ser Campeón de Francia (2015 y 2011), campeón del mundo (2010) y finalista de los Juegos Paralímpicos en 2012. Además, en 2013 recibió la Orden Nacional del Mérito.
El fútbol para ciegos o fútbol cinco adaptado “significa más que un deporte para mí porque me ha permitido prosperar, descubrir otro mundo así como viajar y conocer mucha gente y de conocer aún mejor mi discapacidad”.
El fútbol cinco adaptado es un deporte para personas con dificultades visuales e invidentes. Son cinco contra cinco, cuatro jugadores y el portero en un campo como el del balonmano. Para hace el juego equitativo, todos los jugadores se colocan una banda sobre los ojos, salvo el portero, que es el único jugador vidente.
Para conocer dónde está la bola tienen que escucharla, ya que ésta hace ruido y se comunican hablando. El portero, vidente sólo puede dar indicaciones a los que se encuentren en la zona defensiva, el entrenador, posicionado en un lado en el medio del campo sólo puede comunicarse cuando los jugadores estén en esa zona. En la portería se encuentra un guía que a través del sonido o la palabra indica a los jugadores los límites de la portería.
Este deporte, pese a no contar aún con un gran reconocimiento, tiene numerosas competiciones. En Francia está el Campeonato de Francia, compuesto por diez equipos y una Copa nacional de fútbol cinco adaptado. Internacionalmente, tiene la Copa de Europa, Copa del Mundo y también participa en los Juegos Paralímpicos.
Yvan es el embajador de Francia para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021 y de los Juegos Olímpicos de París de 2024. Ante el aplazamiento de un año de los Juegos Paralímpicos debido al COVID-19, Yvan se sintió decepcionado y frustrado porque había entrenado mucho con el equipo nacional de fútbol cinco adaptado.
Además, con el confinamiento no puede salir a correr, entrenar, jugar fuera… pero como nos explica en la entrevista, ve el lado positivo de este aplazamiento, “nos da un año más, para entrenar, para trabajar, técnicamente y físicamente y quizás tener una mejor condición de equipo y de grupo”.
“Estoy orgulloso de lo que soy y quiero avanzar. La discapacidad forma parte de mí y estoy orgulloso de lo que soy y de lo que hago. No me levanto por las mañanas diciendo ‘no puedo ver’, no, me levanto fijándome objetivos y retos”.
Para dar a conocer este deporte y la discapacidad, Wouandji realiza jornadas de sensibilización en colegios, universidades y empresas. “Comienzo explicando mi trayectoria y mi discapacidad y luego pongo a la audiencia en situación de discapacidad. Les pongo una banda sobre los ojos y jugamos al fútbol todos juntos pero sin poder ver”. Yvan realiza estas jornadas porque quiere que comprendan que “yo no soy diferente a ellos”.

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