Históricamente, el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Millones de mujeres hacen un parón generalizado para denunciar la discriminación sexual, la violencia doméstica y la diferencia salarial. Paralelamente se celebran manifestaciones de mujeres por todo el mundo.
En España hace unas semanas, a petición de la jueza Carmen Rodríguez-Medel, el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, elaboró un informe en el que se ponía de manifiesto que el Gobierno era conocedor del gran riesgo que corría la población si se permitía la celebración de grandes actos multitudinarios, como la manifestación feminista del 8-M. La tesis que defiende la Guardia Civil es que, “el Gobierno ya conocía desde el mes de enero la gravedad real de la epidemia del coronavirus”.
En los días previos a la declaración del estado de alarma se celebraron muchos actos en la calle, sin respetar distancias de seguridad y sin medidas de prevención. Sin embargo, desde la Guardia Civil se señala sólo, como principal foco de contagio, la marcha feminista del 8 de marzo.
La realidad es que este informe incluye bastantes inexactitudes o incluso bulos. Hasta se ha llegado a sugerir que, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ocultó información. La Guardia Civil ha elaborado hasta dos informes distintos.
El primer informe, plagado de errores, señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS), decretó el estado de pandemia por coronavirus el día 30 de enero, cuando en realidad esa decisión no se adoptó hasta el 11 de marzo. También incluye la “declaración” del sindicalista Antonio O’Connor, al que inicialmente atribuyó el temor al coronavirus la cancelación el 6 de marzo de una manifestación prevista para el día 10.
El instructor de este informe utiliza algunos documentos de forma parcial para sustentar la teoría de que el Gobierno ya conocía la gravedad de la situación mucho antes de tomar las medidas necesarias. O que incluso, llegó a boicotear la adopción de medidas de distanciamiento social para poder celebrar la marcha del 8-M.
En este documento llega a aparecer la periodista Susanna Griso, de la cadena de televisión, Antena 3. Se trata de un vídeo colgado en Youtube en el que la presentadora animaba a ir a las marchas feministas de aquel 8 de marzo. Se pretende poner de manifiesto que las personas relevantes sirvieron para incitar a la movilización. También incluye un “off the record” de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la televisión vasca, EiTB en las que achacaba la baja participación de la manifestación al temor al coronavirus.
Este primer informe provocó el cese del coronel Pérez de los Cobos, que estaba al mando de la Comandancia donde trabajan los agentes que elaboraron el informe. Posteriormente, la Guardia Civil elaboró un segundo informe en el que trataban de justificar los errores e inexactitudes del primero.
Lo cierto es que parece que desde los altos mandos de la Guardia Civil hay un enorme interés por atribuir la grave situación sanitaria que ha atravesado el país a la celebración de la marcha por el Día Internacional de la Mujer. Sin contar con el resto de eventos que se celebraron esa semana como el Congreso de VOX o la celebración de eventos de todo tipo.
El caso 8-M ha revolucionado la política y la Guardia Civil ha sido el centro del seísmo. Igual éste sería el momento idóneo para empezar a pensar en los ciudadanos y no en intereses políticos.

Escrito por Diana Alba Ruiz, estudiante de último año de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
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