Hay más piezas de plástico en los océanos que estrellas en nuestra galaxia.

El 3 de julio se celebra Día Internacional libre de bolsas de plástico. El objetivo es reducir el uso y el número de bolsas de plástico, especialmente las bolsas de plástico de un solo uso, concienciar acerca de sus efectos dañinos en el medio ambiente y en los seres vivos, fomentar otras alternativas más sostenibles y reivindicar que los gobiernos ordenen normativas y medidas ambientales para hacer posible la reducción efectiva de las bolsas.

Hemos normalizado tanto el uso de las bolsas de plástico que, muchas veces, no pensamos de dónde viene la bolsa, cuánto uso le voy a dar, si se puede reciclar, cuántos años va a durar en descomponerse o qué consecuencias va a tener en los seres vivos, incluidos nosotros.

¿De dónde provienen? 

Las bolsas de plástico se inventaron en los años 60. Anteriormente se utilizaban bolsas de papel o de tela. Su practicidad, fácil acceso y, lo mejor, que eran gratis, hizo que su consumo creciese de manera masiva y desmesurada.

Estas bolsas están hechas de polímeros de plástico no biodegradable provenientes del petróleo. Anualmente se gastan 100 millones de barriles de petróleo, a nivel mundial,  para fabricar las bolsas de plástico. Estas bolsas NO SON DEGRADABLES y tardan más de 500 años en descomponerse.

Inclusive con eso, algunas de estas bolsas no son reciclables, o la zona en la que vive no cuenta con un sistema de reciclado de plástico, o las personas no las reciclan y acaban en contenedores de residuo general o, peor aún, en el suelo.

Algunas cifras

Se estima que cada persona gasta una media de unas 230 bolsas de plástico al año, y que al año se usan 1 trillón de bolsas de plástico en el mundo. 

Para dar algunas cifras más, según estudios de la ONU, del Instituto Smithsonian y SeaTurtle:

  • China consume diariamente 3.000 millones de bolsas al día.
  • Cada minuto se usan 1 millón de bolsas.
  • Estados Unidos consume cerca a 100 mil millones de bolsas cada año.
  • América, Japón y la Unión Europea son los mayores productores de desechos plásticos per cápita.
  • Menos del 5 % de las bolsas son recicladas a nivel global, y sólo un 9% del plástico en general, que se han producido en el mundo, ha sido reciclado.
  • Para fabricar 1000 bolsas se necesita la cantidad de combustible equivalente para que un automóvil recorra 114 kilómetros.

¿Cómo nos afectan las bolsas de plástico?

Las bolsas de plástico contaminan la tierra, el agua y el aire, y se quedan en el planeta perjudicando a todos los seres vivos que lo habitamos. 

Estos residuos suponen una grave amenaza para los océanos y las especies marinas. A los océanos llegan cerca de 13 millones de toneladas de plásticos cada año, afectando la biodiversidad, la economía y la salud de las personas. El 70% de los mismos yacen en el fondo del mar, lugar donde nunca serán degradados. En el mundo ya existen, al menos, siete grandes islas de basura en los océanos, que abarcan una superficie de más de 5 millones de km2.

Más de 100.000 animales marinos y más de 1.000.000 de aves mueren por ingerir o quedarse atrapados con estos plásticos. Hay zonas marinas que tienen 3 kilogramos de plástico por cada 0,5 kg de plancton.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) enredada en bolsas plásticas desechables . John CancalosiNaturepl.com

Uno de cada seis peces que se venden en las pescaderías contiene microplásticos en sus estómagos. El plástico ya ha entrado en la cadena trófica.

Los microplásticos también han sido detectados en la sal de mesa comercial y algunos estudios aseguran que el 90% del agua embotellada y en el 83% de la de grifo, contiene partículas de plástico.

Un estudio realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en conjunto con la Universidad de Newcastle, Australia, indica que en promedio una persona puede ingerir, a través del agua, del aire y los alimentos, y dependiendo de los hábitos de consumo, el equivalente a una tarjeta de crédito.

Según datos de Greenpeace, la producción mundial de plásticos se acercará en 2020 a los 500 millones de toneladas. Así mismo, la producción de plástico libera gran cantidad de toxinas en el ambiente que contaminan el aire.

Avances en su reducción.

Algunos países, como Francia, Italia, Austria, Bangladesh, Mali, Níger, Tanzania, Kenya, Ruanda, Senegal, Sudáfrica, Marruecos, Mauritania, Togo, Costa de Marfil, Burkina Faso, Guinea Bissau, Uruguay, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Puerto Rico, Haití, Aruba, Puerto Rico, San Vicente y las Granadinas, Guyana, Bahamas, Jamaica, Belice, Trinidad y Tobago, Barbados, Dominica y las islas Turcas y Caicos ya han prohibido la producción de bolsas de plástico de un sólo uso y han reducido notablemente su consumo. En Chile se han prohibido en grandes tiendas y supermercados. En otros países están prohibidas en algunas provincias o estados, como  Argentina (prohibidas en Neuquén, Río Negro, Chubut y Buenos Aires), Australia (prohibidas en los estados de Tasmania, Australia del sur, el territorio del norte y el territorio de la capital australiana), EEUU (Los Ángeles, California) o el Distrito Federal de la Ciudad de México. 

Otros países como Reino Unido, Portugal, Irlanda, Alemania, Suecia, Holanda, Dinamarca, Hungría, Colombia, Grecia o España, han optado por aplicar impuestos sobre el uso de las bolsas, y en otros países como Finlandia, Etiopía, Gabón, se llevan a cabo otro tipo de restricciones.

Países como China, India, España o Canadá planean su prohibición próximamente.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Dejar el planeta libre de bolsas de plástico requiere la implicación de todos los sectores de la sociedad, desde los gobiernos hasta el consumidor final. Para ello te damos algunas ideas que te pueden servir.

Lo más importante y lo primero que debemos intentar, a nivel de consumidor, es REDUCIR. Para ello podemos hacer lo siguiente: 

  • Nunca salgas de casa sin una bolsa de tela plegable. Ocupan muy poco espacio y no te costará nada llevar una o varias en el bolso por si surgen compras imprevistas.
  • También se puede ir a comprar con carro o con mochila y no será necesario meter en ellos bolsas plásticas.
  • Si te has descuidado y has llegado a a la tienda sin ninguna de estas opciones y te ofrecen una bolsa en la tienda, piensa realmente si la necesitas. Quizás lo que has comprado pueda caber en tu bolso, cartera o ropa. No cojas la bolsa de manera automática, ¡piénsalo!.
  • Si vas a comprar fruta o verdura intente elegir la que no viene plastificada y no la metas en bolsa plástica. Piensa que también puedes cogerla sin bolsa, directamente del estante a tu cesta. En el supermercado no te pondrán problema para pesarla sin bolsa y evitas coger una bolsa que va a dejar de ser útil cuando llegues a casa.
Bolsa plástica para el transporte de limones.

Se nos recuerda que las bolsas que recogemos de los minoristas se utilizan durante un tiempo increíblemente corto, generalmente menos de 25 minutos, y luego se eliminan. Por lo que el daño que causamos durante 500 años es extremadamente mayor que el servicio que nos da durante esos 25 minutos.  

  • Referente a plástico en general, toda la comida que compramos que viene en algún envase plástico, intente buscar soluciones a reducir ese plástico. No compre envases monodosis, que incrementa el número de plásticos; intente comprar a granel y llevar su propia bolsa de papel, tela, biodegradable o reutilizable; o elija los productos que vienen envasados en cartón o vidrio.
Comida envasada en plástico de un solo uso.

En segundo lugar, cuando ya no podemos reducir más y necesitamos hacer uso de una bolsa plástica, pensar en poder REUTILIZARLA el mayor número de veces posible. 

  • ¡No las tires! las puedes reutilizar para comprar, para guardar algo o para bolsa de basura.
  • Utiliza bolsas biodegradables.

Y cuando hayamos hecho revisión de las dos primeras y no ha quedado más remedio que generar ese residuo, el siguiente paso es RECICLAR. Es muy importante hacer una buena separación de los residuos y no olvidar poner las bolsas y demás plásticos en el contenedor específico para ello.

Igualmente, animamos a aquellos países que todavía no tienen sistemas de reciclaje a que, tanto la gente, como el gobierno, se involucren en la consecución de éste. La población también puede hacer propuestas y peticiones al gobierno, o puede emprender iniciativas propias de reciclaje o concienciar a la población acerca de la necesidad de su región. Difundir el mensaje también es muy buena labor para concienciar.

Realmente merece la pena intentarlo porque todo el planeta saldrá beneficiado, se evitará la contaminación de mares, océanos, ríos, tierra y aire, la pérdida de recursos naturales, la desaparición de ecosistemas y especies muy valiosas, la ingesta de microplásticos, la  contaminación visual, se ahorrarían recursos energéticos, ya que sus alternativas se usan varias veces y no se contribuiría al uso de combustibles fósiles.

Hacemos uso de los recursos como si tuviéramos cuatro planetas tierra. Y poco a poco la naturaleza nos lo está haciendo ver.

Tomemos la iniciativa con un cambio de hábitos y no usemos más bolsas de plástico.

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