La Organización Mundial de la Salud, (OMS), ha suspendido el uso de este medicamento después de que la revista médica británica, “The Lancet” publicara una investigación en la que se demostró que los pacientes tratados con hidroxicloroquina tenían un mayor riesgo de mortalidad.

Estos datos, publicados el pasado viernes, resultaron de la investigación en más de 96.000 personas hospitalizadas por COVID-19 en el mundo que se trataron con cloroquina o hidroxicloroquina (derivado del anterior).  Los pacientes que fueron tratados con este activo sufrían un aumento del 34 % en el riesgo de mortalidad. Además, las posibilidades de sufrir una arritmia grave ascendía un 137 % .

“El viernes, The Lancet publicó un estudio de observación sobre hidroxicloroquina y cloroquina y sus efectos en pacientes con COVID-19 que han sido hospitalizados. Los autores informaron que entre los pacientes que recibieron el medicamento, cuando se les suministró solo o con un macrólido, tuvieron una tasa de mortalidad más alta”, informó el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, durante una conferencia de prensa.

Estos resultados están siendo analizados por el “Ensayo de Solidaridad”, un ensayo clínico mundial puesto en marcha por la OMS y asociados para encontrar un tratamiento para el coronavirus, investigando en más de 400 hospitales de 36 países, entre ellos, España.

La hidroxicloroquina es un tratamiento para la malaria que, sin embargo, ha sido popularizado en varios países como Estados Unidos y Brasil para tratar el coronavirus. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump hizo público que estaba tomando hidroxicloroquina para tratarse contra la COVID-19 después de que varias personas de la Casa Blanca dieran positivo en SARS-CoV-2.

 Su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, siempre ha defendido este tratamiento como medida para luchar contra la COVID-19 y, pese a las recomendaciones de la OMS, el gobierno brasileño continuará tratando a sus pacientes con este activo.